Protagonistas

   4 protagonistas bien avenidos nos hemos paseado por los pueblos de la arquitectura negra de Guadalajara, o esa era la idea. La verdad es que muchos pueblos no es que hayamos visto, el miguelito nos ha llevado por zonas absolutamente despobladas.

   Ritmo muy tranquilo, la carretera no está para alegrías en muchos tramos, baches, gravilla, incluso alguna zona con cemento rayado, especial para aflojar tornillos y saltar empastes.

 Una pausa en Campillo de Ranas para tomar un aperitivo y recuperar temperatura. Como siempre, se nos ha hecho tarde y un invitado indeseable hace aparición, su nombre: tornillo rosca-chapa en rueda trasera.

Directos a Guadalajara para buscar una estación de servicio, en caso de tener que reparar, mejor allí que en medio de la nada. El miguelito no me dejó que le terminara de apretar el tornillo, yo lo hacía por su bien, para que no se escapara más aire.

   La vuelta desde Guadalajara hasta casita, todo autovía, un coñazo. Las carreteras rectas y con varios carriles siguen agotándome físicamente, y encima toda la A-6 con viento en contra. El viento fue el otro invitado indeseable. En una de las paradas que hicimos, el casco voló y cayó de mala manera. 
Los tornillos de los anclajes de la visera rotos, menos mal que son cuatro y sólo se han roto dos.

Por suerte el casco integral de la bici tiene tornillos compatibles. Desgraciadamente no ha habido tanta suerte con el tirador que abre la ventilación delantera del casco, ya buscaré algo para apañarlo en el trabajo.

   Algo más de 300 kilómetros de ruta y con ganas de hacer ya algún viaje largo, desde hace por lo menos 3 meses no bajo a mi tierra en moto.