Peñanegra.

Subiendo a Peñanegra.

                                                                                                                                                      Hacía mucho que no escribía, pero hoy voy a completar las fotos con algún comentario.

La ruta que hice este pasado finde es una especie de “Deja-vu”  forzado de lo que puedo considerar mi primer viaje largo en moto, con mi querida NSR 125 R, allá por el año 1991.

Me aventuré, en el mes de Septiembre, a visitar a un compañero de trabajo que pasaba unos días en un pueblo cercano a Piedrahita, y por la cosa de echarle kilómetros y evitar rectas, me acerqué por la parte baja de Gredos, llegando a Piedrahita por el Pto. de Peñanegra.

Riachuelo.

El viajecillo, de apenas unos cientos de kilómetros, resultó un suplicio, sobre todo en la parte de la ida, debido a las bajas temperaturas, y  a la falta de prendas apropiadas de abrigo en mi indumentaria, pero ya se sabe, y por puro huevo, pues no me rajé (la juventud es lo que tiene...)

Llegué a destino temblando,  y con una casi hipotermia, que al final con sopitas calientes y buenas viandas, logramos que no fuera a peor. Afortunadamente, para la vuelta, me dejaron un chaquetón de Telefónica, de los que usan para trabajar en la calle, que me salvó de llegar a casa hecho un témpano de hielo.

Para este finde, y después de tenerlo en mente desde hace un tiempo, por fin conseguí cuadrar para volver a pasar por Peñanegra, después de más de 20 años (pronto se dice).

Como siempre, por estos lugares, carreteras, paisajes, olores, y demás, ¡impresionantes! Que te hacen disfrutar de cada metro, de cada curva.

Poco tráfico, y temperatura soportable en todo el trayecto , eso sí, esta vez muy bien pertrechado en cuanto a vestuario.

La subida a Peñanegra, muy chula, apenas la recordaba, pero lo que si recordaba, y afortunadamente empezó a  despejarse, es la vista nada más culminar, con todo el valle a tus pies, una vista que recomiendo a todos (no hay foto, así que si queréis corroborar mis afirmaciones, os tocará ir), sin duda una de las imágenes que tendré siempre en mi retina, por supuesto por los condicionantes y particularidades previamente mencionadas, por el gran significado que supuso en su momento. Pero que creo que merece la pena pasar por allí alguna vez, para disfrutarlo.

Coronando el puerto.

                                                                                                                                                                                             En la cumbre nieve, niebla y 5ºC, pero carretera limpia.

Nieve.

                                                                                                                                                                                            




            Una vez a pie de valle, pues hacia El Barco, y vuelta por la AV-941 hasta Barajas, y desde allí a trastear, repitiendo, a la inversa, una ruta que hice el año pasado con Miguel, enlazando con San Martín de la Vega y Cepeda de Mora. De ahí, ya carreteras más frecuentadas, por Navalacruz, al Barraco y para casita.

Me sorprendió no ver muchas motos por la zona, aunque algún compañero momentáneo tuve.
Al final unos 350km, casi del tirón, con parada para llenar depósito, para alguna fotillo, y para un meo.

Al fondo, Gredos.