Seguíamos con temperaturas bajas, y como la intención era rodar en cualquier situación, pero no muchos kilómetros, pues me lo monté y guisé sólo, y decidí, sobre la marcha, qué hacer.
De primeras, hice de cicerone a mis progenitores, para acompañarles hasta "Manjatan" (AKA Majadahonda). Ritmo tranquilo y unos kilometritos de autovía.
La jodía se deja querer, pero claro, conmigo es muy fácil. Como ya he comentado en alguna ocasión, ¡¡me gustan todas!!
Ya, de vuelta, pues buscamos un poquito de entretenimiento, pero eso sí, con mucho tiento, que la temperatura es baja, y las posibilidades de pillar hielo, altas.
Quijorna, Navalagamella, Frenedillas, Robledo. Trazado bonito, bonito, y para disfrutar e ir aprendiéndose la moto.
Se la nota mejores suspensiones y chasis, al menos con más aplomo, o con un tarado más duro que las de la Lola. Los neumáticos trail que lleva (Pirelli Scorpion), creo que son puro marketing, lo de que son mixtos, porque por comportamiento, parecen 100% carretera.
Por ahora, todo perfecto, en todos los sentidos, motor, parte ciclo, ergonomía, protección, y por ponerle una pega, la distancia entre estriberas de pasajero y piloto, que hace que al ponerse de puntas toques con las del pasajero. Acostumbrándose y en conducción en carretera, no me ha supuesto gran problema, pero supongo que en circuito no habrá más remedio que quitar las estriberas del pasajero. Que por otro lado, es extremadamente sencillo, dos tornillos por cada una, y listo.
De Robledo, a Pelayos, San Martín, las Rozas de Puerto Real, Cadalso, Villa del Prado y para casita.
Corto, pero productivo, y eso sí, con mucho menos frío que la semana pasada, aunque sí hubo algún tramo en el que apareció el copito dibujado en la pantalla.
P.d.: hice unas cuantas fotos, en ruta, y después en casa, para hacer una presentación más acorde, pero, tristemente, se me ha olvidado la cámara en el bolsillo de la cazadora de montar...así que otro día será.
El mapa:
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Fer.
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